Budai, el buda sonriente es uno de los siete dioses de la fortuna en Japón, que da la felicidad y gran abundancia. Se caracteriza por tener una personalidad muy positiva y alegre, igual que amable, ayudando a las personas a cruzar por los ríos.
También es popular por el sudeste de Asia, además de ser conocido en China y en muchos países que fomenten el budismo. Es un símbolo de energías positivas para las personas que necesitan ayuda en cualquier proyecto y plan que tengan en la mente.
Lee aquí sobre las características más principales de Budai, el buda sonriente.
Historia de Budai
Se cree que Budai, el buda sonriente fue un semilegendario monje zen que vivió durante la dinastía China de la familia Liang. También se cree que vivió en el año 988, ya que hay escritos y registros de un monje bastante particular y excéntrico.
También otras versiones se refieren a que puede ser recreación de un sacerdote que vivió durante la época de la dinastía Song. A este personaje se le atribuyen muchos mitos y leyendas importantes que se han transmitido en la historia por las distintas generaciones.
Otra forma de llamarlo es Hotei, que es uno de los nombres chinos de esta figura religiosa y de creencia tan afianzada. Es común que en la historia se encuentren varias similitudes con el Buda Gautama, sin embargo, los dos son personajes con diferencias.
Su creencia y representación se ha diseminado por el occidente del mundo debido a las movilizaciones de grupos de personas de Asia. Han llevado consigo la creencia de este personaje, lo que se ha transmitido a otras personas no nativas de esta región específica.
La razón por la que se arraigó este personaje a la historia asiática fue por su personalidad tan pintoresca y también risueña. Resalta porque se desarrolló durante tiempos oscuros, donde las civilizaciones asiáticas pasaron por momentos de crisis que fueron demasiado fuertes y caóticas.
Sin duda, Budai, el buda sonriente es una de las figuras conocidas por su positivismo y las buenas vibras que puede atraer. Siempre ha sido un símbolo de respeto y espiritualidad que se relaciona con el éxito y las buenas fortunas que son recibidas.
También puede representar valores de salud, además que de esperanza y de protección para quien tenga su figura o también un amuleto. Siempre es una figura bien recibida y admirada por sus creyentes en el mundo.
Pensamiento de Budai
Se cree que Budai, el buda sonriente, pudo llegar a alcanzar el estado de iluminación, y que no quería que fuese admirado. No era un monje que gustaba de predicar en un templo, sino que se pasaba el tiempo compartiendo con otras personas, afuera.
Se pasaba la mayoría del tiempo jugando con los niños, y cuando le preguntaban cosas, acostumbraba a reír con fuerza como respuesta. Por otro lado se creía que podía adivinar el clima, mediante el uso de sandalias adaptadas para el día que se avecinaba.
Llevaba un gran saco guindando atrás, el cual decía que estaba lleno con el mundo entero cuando se lo preguntaban las personas. Era una de sus características más emblemáticas y que lo definieron de entre los demás monjes famosos de la época y dinastía.
Sin embargo, también se creía que Budai, el buda sonriente llevaba en su saca muchas cosas que se iba encontrando al caminar. Otros manifiestan que no era así, que él no llevaba nada en su saco, que el mismo iba vacío, sin nada especial.
Se enfocaba principalmente en mantenerse feliz y calmado, transmitiendo todos estos aprendizajes indirectos a las personas que lo rodeaban y lo seguían. Su intención era desarrollar el no-aprendizaje, y dejar que la inocencia fuera la que guiara a los demás en todas sus aventuras.
Se decía que era una persona bastante humilde, por la calidad de sus ropas y que no se preocupaba por lo material. Sólo se enfocaba en pasar muchos tiempos de alegría con las personas y meditar para poder encontrar paz cuando más lo necesitaba.
Su pensamiento es uno de los que fomenta a las personas a que estén en búsqueda de su felicidad en primer lugar. La estabilidad emocional y la paz se considera lo primordial para vivir la vida.
Representaciones de esta entidad asiatica
La representación más básica de Budai, el buda sonriente es clavo, con una túnica bastante amplia, abierta hasta la cintura, panza afuera. Tener esta parte del cuerpo descubierta reflecta felicidad plena y dicha, aunque también es un signo de indecencia y de desfachatez completa.
Se puede encontrar también sentado él en el saco, durmiendo o descansado, con el mismo repleto de regalos para los más necesitados. Igualmente se puede encontrar caminando o apuntando hacia un lugar en específico, pero la versión más tradicional es con las características anteriores.
Puede llevar en sus manos flores, pequeños lingotes de oro, monedas o incluso con un tipo de abanico de Japón llamado uchiwa. Se dice que este tipo de abanico era utilizado por los nobles para demostrar que aprobarían las peticiones que se les realizarían.
En otras ocasiones puede llevar un cetro ceremonial de la cultura china, que indica gran poder a la persona que lo use. En algunos museos se encuentran estas reliquias de diferente forma y tamaño, que han sido recuperadas en distintas ocasiones de la historia.
Hay una versión que es un poco aterradora, que no va de acuerdo con los relatos y mitos que existen del personaje. Para la cultura de occidente, este personaje se ha visto relacionado con otros famosos Papá Noel, San Cristóbal y el Fraile Tuck.
Sin duda, la meta inicial de este personaje es tener una deidad que represente la diversión y la esperanza para el mundo. Tiene características de despreocupación, pero a la vez, de conexión con el mundo, que ayudan a mantener la fe y la esperanza.
Se busca algo similar en muchas de las religiones en cualquier parte del mundo.
