Demonios vikingos

La historia ha determinado a los demonios vikingos de diferentes formas, pero todas conllevan a un conocimiento innegable.

Las esferas de estudio van desde la mitología como una creencia dentro de los pueblos escandinavos hasta sus acciones. En citas poéticas los vikingos transmitieron la razón del por qué son considerados demonios.

Debido a estos aspectos, es muy particular evaluar a los demonios vikingos. Es posible considerarlo desde los seres sobrenaturales que componen su cultura, así como de la connotación histórica que lograron.

Representación de los demonios vikingos en su mitología

Uno de los aspectos que resalta en la cultura vikinga, es su particular consideración entre los enfrentamientos antagónicos. Es decir, en la mitología vikinga es más compleja la señalización de los enfrentamientos entre sus seres.

Principalmente porque el enfrentamiento entre los dioses y las fuerzas opuestas no son tan simples como el bien y el mal. Se hablan de personajes complejos que realizan acciones más allá de los elementos tradicionales del comportamiento.

Es aceptable el antagonismo, pero éste se enfoca en una lucha constante entre el orden y el caos. Donde los dioses van a representar un cierto orden dentro de la estructura, mientras que los gigantes serán el desorden.

Serán éstos gigantes y monstruos los que son considerados como demonios vikingos. Como es el caso de los jötnar, gigantes que amenazan la existencia de los humanos y los dioses por igual.

Hela es considerada como una diosa y a la vez como un demonio que reina en el Inframundo. Donde recibe a todos los muertos que llegan sin honor a sus manos.

Ella es concebida como la representación de la muerte para los hombres. Por lo que muestra dos lados de su cuerpo uno de hermosura y otro de putrefacción.

Los elfos oscuros son criaturas considerada como la contraparte de la luz, sin embargo estos no reflejan una maldad predominante. No obstante, al ser tratados forma grosera se convierten en demonios que pueden ser extremadamente amenazante.

Los demonios del norte

Los vikingos se lucieron tras su particularidad en la conformación de los ejércitos, principalmente por no ser soldados dedicados al arte de la guerra. No obstante, esto no significaba que sus comunidades quedarán indefensas.

Su proceso histórico como sociedad hizo que aproximadamente durante 3 siglos surgiera la denominación de época vikinga. Los vikingos ejercieron el poder, la influencia, la fuerza bruta y el miedo para hacerse de una posición que retumbó.

Sin embargo, no todo era caos, en esta era se logró la unificación de las monarquías del Norte europeo. Creando los primeros pasos para el desarrollo continental a través de conquistas, saqueos y una larga red de comercio.

Finalizando el siglo IX las guerras intestinas en el norte de Europa específicamente Escandinavia provocó la expansión de los vikingos a ultramar. En la búsqueda de nuevas tierras los vikingos a mediados del siglo 19 comenzaron su conquista en las islas británicas.

No obstante, el destino de los vikingos se ve beneficiado en gran medida por la división que existía en las islas británicas. Desde su ataque a Northumbria los vikingos eran conocidos como los demonios que libraban guerras sangrientas.

Ante su particular forma de luchar se extendieron rápidamente hasta tener el dominio de la tierra que los anglosajones protegían. Atacando principalmente monasterios y matando a los monjes que se encontraban en estos lugares.

Los vikingos propagaron su violencia rápidamente a través del ataque a las estructuras del credo. Debido a que eran los lugares perfectos para realizar saqueos y aún más difundir la fama de que eran bárbaros sanguinarios.

Los demonios vikingos como hombres estratégicos

La historia musulmana determina a los vikingos como paganos que matan a los hombres y esclavizan a las mujeres. Su fama se extendió rápidamente hasta llegar a Constantinopla donde eran conocidos como los bárbaros inconmensurables.

Prácticamente eran conocidos como una nación bárbara y arrogante que devora las civilizaciones a través de ríos de sangre y cadáveres. El objetivo de la violencia de los vikingos era fomentar respeto y miedo ante sus enemigos.

Si bien está no eran acciones únicas de los vikingos estos se destacaron por capturar a los esclavos. Dichos esclavos eran vendidos y aumentaban los beneficios del saqueo y la rapiña de las tierras que conquistaban constantemente.

A pesar de la brutalidad con la que se les puede imaginar a los vikingos estos resultaron ser marinos competentes. La situación sus propias sociedades aumentaron las excursiones marinas de grandes distancias, además de otorgarles la experiencia para la guerra.

Estos demonios vikingos eran capaces de emplear la guerra tanto en la tierra como el mar y salir victoriosos. En las batallas eran capaces de hacer una estrategia ofensiva contra objetivos que indefensos prácticamente.

Su lógica de ataque se basaba en rápidas embestidas que se lograban en la playa, con el principal objetivo de saquear. Pero también adquirieron la fama de ser demonios en el mar por practicar la piratería sí importarles de donde proviniera.

Los demonios vikingos en Europa

Sus tácticas y estrategias fueron avanzando conforme adquirían mayor territorio, lo que dio un vuelco en el siglo XIX. La invasión a Gran Bretaña fueron una de sus mayores victorias como demonios vikingos para la época.

El gran ejército pagano dejó su huella en la historia de Europa, como una de las armas más poderosas. Su ataque devastó Inglaterra y a su sociedad a través de cientos de naves y miles de guerreros vikingos.

Pero esto no paró ahí, los vikingos se extendieron por Escocia, Irlanda, Gales Islandia, Groenlandia, Francia, España y Norteamérica. Al principio eran guerreros que atacaban sin compasión los territorios que trataban de conquistar.

Con el tiempo los vikingos se fueron mezclando con los locales permitiendo una cultura variada que logró avanzar inmensurablemente. No obstante, la historia debe agradecerle a los vikingos el desarrollo que alcanzaron en la civilización occidental.

En vista de que sus expediciones crearon el precedente para lo que sería posteriormente el descubrimiento del continente americano. Estos primeros indicios de colonización marcaron la pauta para lo que serían las expediciones a mediados del siglo XV.

Los países europeos se vieron en la necesidad de defenderse ante una civilización que para ellos era bárbara. No sólo por sus prácticas humanas en el momento de saquear y destruir ciudades completas, también por su cultura.

Es necesario recordar que gran parte de Europa a mediados del siglo IX practicaba la religión católica. Por lo que la creencia de los vikingos suponía la adoración de los demonios frente al único Dios de los cristianos.

Diversas razones son las que vinculan la denominación de demonios a la civilización de los vikingos. Por lo que es un tema amplio que requiere ser estudiado con cuidado e interés.

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