Los Salmos Contra Brujería

Los Salmos Contra Brujería

En las sagradas escrituras conocidas como la Santa Biblia, está el libro de los salmos.

Para cada situación que pueda encontrar, hay un poderoso himno que lo ayudará a resolver cada situación.

En este post, recibirás los salmos de protección más poderosos contra la brujería.

Salmos Contra Brujería

¿Qué son los salmos?

La oración es sin duda una expresión de fe. Y es mucho más poderosa cuando está inspirada por el espíritu de Dios. Cuando Dios impone las palabras correctas, ese verbo tiene el poder de transformar milagrosamente todo lo que pueda estar experimentando.

Este libro expresa los sentimientos y emociones más nobles del ser humano. A través de estas palabras, puedes manifestar inmediatamente la voluntad divina sobre tu vida.

Los siguientes salmos son conocidos por su milagrosa habilidad para declarar la libertad de cualquier batalla espiritual con demonios malignos.

• Salmo 17: (Salmo contra los opresores)
• Salmo 23: (Salmo de protección)
• Salmo 29: (Salmo para liberarte de obras espirituales y entidades malignas)
• Salmo 30: (Salmo para liberarte de hechizos)
• Salmo 31: (Salmo para luchar contra el mal de ojo)
• Salmo 36: (Salmo para exterminar el mal)
• Salmo 53: (Salmo para liberarte de enemigos ocultos)
• Salmo 68: (Salmo para liberarte de brujería/hechizos)
• Salmo 79: (Salmo contra la brujería)
• Salmo 86: (Salmo de protección contra la brujería)
• Salmo 91: (Salmo de confianza en Dios y protección de los espíritus malignos)
• Salmo 109: (Salmo contra maldiciones)

Mientras recita cualquiera de estos salmos, hágalo con total fe. Si lo desea, puede encender una vela blanca o incienso de mirra para fortalecer su poder. Para consagrar el espacio en el momento que aclama a Dios por tu liberación y a través del salmo.

Como ejemplo te dejamos el Salmo número 86 que se refiere a la protección ante cualquier hechizo.

Salmo 86

Escucha, Señor, respóndeme, porque estoy afligido y necesitado.

Guarda mi alma, porque misericordioso soy;

salva a tu siervo, mi señor, que confío en ti.

Señor, ten misericordia de mí, porque a ti clamo todo el día.

Alégrate el alma de tu siervo, porque a ti elevo mi espíritu, Señor.

Porque tú, Señor, eres piadoso y caritativo y abundante en benevolencia para con todos los que te invocan.

Señor, escucha mi plegaria, y mi voz que se llena de mis súplicas.

En el día de mi ansiedad te llamaré, porque sé que me responderás.

No hay nadie como tú entre los dioses, oh Señor, ni obras iguales a las tuyas.

Todas las naciones que has creado vendrán y adorarán delante de ti, oh Señor,

y glorificarán tu nombre, porque eres grande y haces maravillas; solo tu eres Dios.

Enséñame tu ruta, oh Señor; Andaré en tu verdad; Fortalece mi Ímpetu para que tema tu nombre.

Te alabaré, oh Señor Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu título para siempre.

Porque descomunal es tu compasión para mí, y has redimido mi alma de las profundidades del Seol.

Oh Seńor, los soberbios se han levantado contra mí,

y una congregación de violentos ha buscado mi vida, y no te han puesto delante de ellos.

Pero tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso, lento para la furia y grande en comprensión y verdad,

vuélvete a mí y ten clemencia de mí; da tu firmeza a tu siervo y salva al hijo de tu siervo.

Muéstrame una señal de bien y que los que me odian vean y se avergüencen,

porque tú, oh Jehová, me has ayudado y confortado.