La energía espiritual es una forma de energía que trasciende la energía del cuerpo, una esencia interpersonal la cual no es física.
La energía espiritual para los creyentes es diferente de la energía conocida por la ciencia, por lo que se han propuesto varios puntos de vista relacionados con la energía espiritual en diferentes culturas.
Aunque existen diferentes métodos, la terapia energética generalmente se basa en la premisa de que, fundamentalmente, toda la materia en el universo está compuesto de energía. Los seres humanos somos en esencia energía, dentro de una envoltura de tejidos, piel y huesos.
Esta energía tiene múltiples frecuencias.
Cuando la frecuencia energética es alta, la energía espiritual pueden sanar, ser beneficiosas e inspiradoras, mientras que las bajas frecuencias de energía espiritual, como las que se usan en los rituales de vudú o magia negra, pueden causar daños y lesiones.
De la misma manera como el progreso usa hoy las ondas electromagnéticas, la electricidad y el magnetismo, las civilizaciones más avanzadas también usan y manipulan la energía espiritual.
Estas representaciones tenues de energía acatan ciertas leyes naturales, así como el electromagnetismo se rige por ciertas leyes. La energía espiritual se puede manipular a través de un pensamiento enfocado, que es cómo trabaja la sanación espiritual y la oración.
La Energía Espiritual
La energía y la sanación espiritual
La energía y la sanación están vinculadas, pero la sanación espiritual no está vinculada a ninguna religión, ya que incluso aquellas personas que no creen pueden ser sanadas.
La palabra espiritualproviene del latín ‘spiritus’, que significa aliento de vida.
El talante espiritual hace referencia a la energía espiritual que trabaja en nuestro ser espiritual.
La sanación espiritual implica transferencia de energía, pero esta energía no es la del sanador en sí, sino es la energía que el sanador toma del universo, de la energía divina, para guiar la curación de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Crecimiento espiritual
Para crecer espiritualmente, los seres humanos debemos poder administrar nuestro flujo de energía.
Dentro de todos nosotros existe una gran fuente de energía espiritual: la energía no proviene de la comida o el sueño, sino de una mayor energía. Cuando somos capaces de usar esta energía, podemos tener éxito en todo lo que hacemos.
Para absorber algo de esta energía, solo debemos enfocarnos en nuestra energía y no dejar que nuestras almas se cierren. El cierre es un hábito que se puede cambiar a través del trabajo duro.
Todo a nuestro alrededor es energía, hay todo un mar de ella alcanzándonos. Esa energía es a la que los maestros yoga llaman Prana, la cual su fuente principal en nuestro sistema solar es el sol.
Nuestra energía espiritual se alimenta de las energías que nuestro organismo recibe y filtra, y es esa energía, la que cuando la enfocamos podemos dirigirla hacia un destino específico.
El crecimiento espiritual en este caso no es un crecimiento hacia lo religioso, sino más bien una evolución espiritual que nos permite usar y controlar la energía espiritual.
La bendición es una forma de proyectar o transferir esa energía, y esa transferencia directa de energía espiritual, es la que puede obrar en la conciencia de quién la recibe.
